Lo iba a contar, pero imagino que ya lo habrán leído en el periódico. Y si no, creo que los periodistas lo hacen bastante bien:
Uno se olvida fácilmente de la suerte que le iluminó al caer en este continente y no en otro. A pesar de esquivar diariamente inmigrantes que rebuscan en contenedores nuestros desechos, o de saludar con desgana las negras caras sonrientes que nos llaman "amigo" en cada semáforo.
A veces me río de esta crisis de pacotilla, de nuestros amores y desamores, de nuestras rebajas. Nuestro ímpetu de vida es nada comparado con una patera llena de sueños. Eso sí son ganas de vivir.
Otro post interesantes sobre ella: Enlace a blog Mujeres de El País.