viernes, 25 de noviembre de 2011

Sin viento

Quizás este post no sea más que un compendio de frases inconexas, pero bajo la misma sombra.

Cuando uno se desengaña encuentra que al final sólo nos mueve la presencia, la carne, la piel, los labios o el abrazo del otro. En el día a día.

Decía Carlos Chaouen que la Luna no puede ser el amor de todos.

En algún profundo gen de nuestro código fuente existe la orden prioritaria de escapar de la soledad con más insistencia incluso que de reproducirnos, quizá la primera no sea más que la antesala de la segunda.

Tanto el niño como el adulto juegan tontamente a lo mismo. La única distinción es que tras la adolescencia nos autoconvencemos de que nuestros juegos ya van en serio, para pensar que hay algo de coherencia en ellos.

Aristóteles hablaba de una cadena infinita de causas hasta llegar al motor inmóvil que todo puso en movimiento. Cuando me paro a tirar de la cuerda de mis causas, de mis porqués para justificar cada acción, en ocasiones, llego al extremo de la cuerda y no encuentro nada. No hay porqué, no hay sentido.

Schopenhauer ya comentaba que es difícil encontrar vientos favorables cuando no sabemos dónde nos dirigimos.

1 comentario:

  1. Habrá que dejarse llevar por el viento, sople en la dirección que sople. Qué importa a dónde nos dirigimos. Dejándose llevar, cualquier viento es favorable. Pilar, de El efecto Coriolis.

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