A Folie,
¿cuántas casualidades más nos encontraremos?
Me encanta ver que en ocasiones no nos hacen falta
palabras ni medios que nos unan (ni un oceáno)
Coge mi mano...
Las palabras, aquellos fragmentitos de mí, que te enviaba, como el hilo de Ariadna, para no perderte. Con ellas, enlazadas una tras otra con tinta azul, quise contarte quién era, qué sentía, qué me pasaba,… Siempre pensé que nos unían; a ti, a mí, al resto…
Las palabras, las oraciones, las letras amontonadas una tras otra, no son el compartimento estanco ni estático que creía. Están llenas de la persona que las escribe….o las lee: tanto que a veces las mías no significan lo mismo para ti, aunque hablamos el mismo idioma.
Ahora siento cada una de mis palabras como un muro:“No quise decir eso”
… El hilo azul, de mi dedo al tuyo, es una frontera.
Déjame hablarte, que las palabras digan lo que yo siento. (El tono lo es todo). Deja que mi cara, mis gestos, mis lágrimas completen lo que les falta a las letras emborronadas (Tus ojos deben verme). Y ahora, cógeme fuerte, que no necesitamos medios que nos unan.
Me despierto y leo que, casualmente, Olvido y Sara han escrito sobre casualidades. A Olvido, sin conciencia de causa, le robé el título del post por estas horas de ventaja que me da el planeta. Y Sara mete el dedo en mi llaga hablando sobre coincidencias y esa cifra que me trae de cabeza, los 1000 km.
ResponderEliminarVaya tres mujeres, qué lindo azar.