lunes, 31 de mayo de 2010

¿Cuando yo aún soy la vida?

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos,
envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir
es el único argumento de la obra
Jaime Gil de Biedma
Poemas Póstumos

Tapando frustraciones

Definiendo... aplicado a cualquier relación humana...

Amar (a una persona): admirarla y quererla por estar al nivel de lo que considera el sujeto su ideal.
Ser amado (por otra persona): cuando el sujeto es querido y admirado en juicio de ésta.
Amar y ser amado (a y por la misma persona): ser admirado y querido por quien consideramos que es ideal y que, por tanto, tiene el mejor juicio posible. Por pura reflexión, amarse a sí mismo.

        Todos aspiramos a lograr este último epígrafe. Sublime, pero lejano. Aunque muchos creen estar ya en este punto, si reflexionaran verían que en bastantes casos únicamente son amados (o creen serlo). O tan sólo aman (o creen hacerlo). La realidad es que la mayoría se contenta con creer que es amado y hacer creer que ama para alimentar la creencia anterior.

        No buscamos amar, sino ser amados. Por puro menester. Y éste nace del fracaso de nuestra propia vida, anclada y frustrada, lejos de lo que nos gustaría ser. De ahí la necesidad de encontrar quien nos quiera así, quien apruebe con su querer una forma de vivir tan pobre, tan cobarde, tan triste.

        Quizá por esto, sólo los felices, los que aman su vida y están plenamente satisfechos con ella, los que se saben en el camino que quieren estar, serán los únicos con capacidad suficiente para amar de forma pura, sin necesidad. Y si alcanzan el tercer punto, no habrá dependencia, sólo placer y felicidad por encontrar quien ama la misma forma de vida.

        ¿Necesitamos o amamos?

        viernes, 28 de mayo de 2010

        Entre problemas

        La vida, en sus múltiples representaciones conceptuales, se podría ver como un enorme conjunto de problemas entre los que nos movemos los humanos. Por defecto, nuestro sistema es caótico y genera conflictos. Estos problemas pueden afectar a una persona en concreto, a varias de forma inconexa, a un grupo particular, o a todos. Y pueden ser tanto causa como consecuencia de otros problemas.
        Cada uno de nosotros vive marcándose unos objetivos que conseguir. Uno o varios problemas estarán entre nosotros y nuestros objetivos. Lograrlos nos dará placer, tanto por causas genéticas como sociales: nacemos y nos educan para ganar.

        En función de la personalidad de cada humano podemos distinguir a tres tipos de especímenes en este ecosistema:
        a) Aquellos que necesitan del placer de solucionar sus problemas, de sacrificarse en una lucha para alcanzar sus discretos objetivos (trabajar, comprarse un piso, casarse, tener hijos). Son individuos que requieren que factores externos les señalen cuáles son sus problemas, y sólo esos les preocupan e intentan resolver. Suelen ser felices en función de lo bien o mal que se les dé solucionar sus propios conflictos.

        b) Aquellos que les basta con lograr objetivos, aunque no hayan sudado para conseguirlos. No resuelven problemas, los esquivan. No gustan de sacrificios. Se marcan sus propios objetivos, más lejanos y difíciles, no se pararán a resolver ningún conflicto que encuentren en el camino, saltarán por encima de él. La felicidad les acompaña, vienen a conseguir todo lo que se proponen. La vida para ellos es fácil.

        c) Aquellos que sólo tienen un objetivo: resolver todos los problemas que se van encontrando. Sienten la necesidad de arreglar todo lo que no funciona. Como es su única meta, todos los problemas tienen algo que ver con ellos. Tienen su propio orden de prioridades para acometer unos antes que otros.  La felicidad no está de su lado, suelen tener demasiado trabajo que resolver para poder sonreír.

        Estos grupos se combinan entre ellos y aparecen individuos con características de todos. Así, podemos encontrar quien aspire a resolver todos los problemas de la vida, pero, mientras, los va esquivando, y, de vez en cuando, se aferra a los objetivos que le señalaron desde fuera como sus problemas (el coche, la casa, los hijos...). Eso más o menos somos todos, unos con más genes del tipo a; otros, del b; y otros, del c.

        jueves, 27 de mayo de 2010

        Conociéndolas

        El viaje perfecto nunca termina: la meta está en la orilla opuesta del río, al otro lado de la siguiente montaña...no llegar a la meta es el precio que el viajero paga por el derecho a la aventura...(Rosita Forbes 1920)

        Fue una aventurera nata. Una vividora, una curiosa, una ilusionista.


        (Mi corazón a latido batiente me susurra: ve)


        Rosita se propuso, ya divorciada, visitar una ciudad prohibida. Kufra.


        (Busco ser esa Kadhija
        que me proteja de los miedos que yo misma me impongo)


        Hay existencias que son un verdadero viaje, vidas que configuran auténticos caminos.


        (Cuántas veces he sentido que llevo demasiado tiempo en la misma estación... y qué placer sentirme de nuevo en movimiento...)


        ...África, América, Antártida, Asia, Europa y Oceanía...

        domingo, 23 de mayo de 2010

        INOPORTUNO

        Inoportuno es recordar un chiste en el velatorio de tu abuelo.
        Inoportuno es enamorarte del novio de tu amiga.
        Inoportuno es opinar mal del ponente cuando se hace el silencio.
        Inoportuno es un taladro a la hora de la siesta.
        Inoportuno….

        Pero, ¿cuándo tendremos la oportunidad de las cosas oportunas?

        El mar nunca es propicio para quien no se acerca a la orilla,
        los caminos no empiezan en la puerta de casa…
        y sin embargo esta vez mahoma necesita que la montaña venga a él.

        ¡Importúname! ¡Cambia mis oportunidades! ¡Oportunízame!

        sábado, 22 de mayo de 2010

        LA NAÚSEA

        Algo me ha sucedido, no puedo seguir dudándolo. [...] Yo me sentí algo raro, algo molesto, nada más. Y ahora crece. Por ejemplo, en mis manos hay algo nuevo, cierta manera de tomar la pipa o el tenedor. O es el tenedor el que ahora tiene cierta manera de hacerse tomar; no sé.
        [...]
        Se ha producido un cambio durante estas últimas semanas. Pero ¿dónde? ¿Soy yo quien ha cambiado?
        Creo que soy yo quien ha cambiado; es la solución más simple


        Jean-Paul Sartre

        jueves, 20 de mayo de 2010

        Errar

        “Una de las peores cosas que puede hacer una persona cuando está aprendiendo una nueva capacidad es intentar no cometer errores”
        Kurt GOLDSTEIN (1878-1965)

        Y el día después...

        Y el día después...

        ...

        me hablas de mujeres
        siempre quise ser tu ella
        (y creo firmemente que me construyo para serlo)

        tú siempre con tus bolas en el aire
        esa metáfora que proclamabas:
        sólo había que cuidar una
        una sola.
        una

        (me estalló en la cara al caer, aún me escuece la piel arrancada)

        no lo encuentro, pese a mi suerte
        a veces creo que es imposible no volver a sentir
        otras tengo esa certeza sombría y serena de saber que está perdido.
        (que lo perdí)
        sabes que juego a reconstruir
        a ser ese ideal de ella que perfilamos entre ambos

        estoy tan bien a tu lado

        a tu lado
        soy todas las letras de mi nombre
        nueve
        completa, eterna, proyectiva, sólida, líquida y gaseosa
        soy el lepidóptero que quieres que sea
        simone y jimena
        soy la venganza de los siglos de represión

        soy la niña, la puta, la moralista que quieras

        soy por ti

        soy una mujer mutilada desde el día después
        (ablación del amor)

        te he escrito tantas veces
        siento tanto, tanto, esta vida

        mi ideal de ser humano

        el sentido

        los sentidos

        mírame dónde estoy. dónde he llegado
        después de un mar vecino, un espacio a estrenar y una despedida en una plaza

        lo mejor de todo
        es que espero que tú entiendas
        que tengas explicación para esto, como lo tienes para tantos otros enigmas
        (me pasaría la vida escuchándote)

        yo no la tengo

        cómo puedo seguir sintiendo así, de esta manera que no viene en los libros

        (y que parece que nadie comprende)

        cómo
        dime
        dímelo tú
        constrúyeme
        más
        otra vez

        ...

        hasta que esta ella sea la tuya

        miércoles, 19 de mayo de 2010

        Batalla de Rocroi

        Demasiado rápido se olvidan las grandes conquistas cuando son ampliación de capital. Pocas estatuas, calles o plazas hay recordando las victorias de los tercios españoles, o de las horribles y exitosas guerras coloniales, o de las heroicas batallas navales que hicieron del mediterraneo un lago español. Sólo Lepanto se mantiene en la memoria, gracias al infortunio de Cervantes.

        Sin embargo, todos sabemos de la Guerra Civil, o de la Guerra de la Independencia. Y si nos ponemos a nombrar batallas... Trafalgar, Bailén, San Quintín... o hablamos del desastre del 98 o de la Armada Invencible... Siempre derrotas que nos hicieron tocar fondo. O victorias cuando estábamos entre la espada y la pared, cuando había poco que perder.

        Y es que lograr, cuando se está bien, estar mejor, nos atrae mucho, pero se olvida al segundo de conquistarlo, no nos cambia, no nos marca. Como un orgasmo masculino, que empieza en un cruce de piernas, en el vaivén de unas caderas o en una mirada obscena, naciendo un deseo que no deja de martillear pesadamente hasta ganar la batalla, como una promesa de satisfacción eterna e infinita. Y cuando acaba, ya se ha olvidado, como si no hubiésemos ganado nada... Igual ocurre con todo lo que deseamos y se nos promete una alegría duradera, luego la promesa resulta ser demasiado optimista.

        Y si la historia de un país está hecha con la cuenta de sus guerras, qué iba a ser si no la nuestra: un saco de batallas hirientes, resistencias, guerras civiles, golpes de estado, revoluciones, proclamaciones de independencia... pero todas de piel para adentro. Cómo recordamos, cómo nos construye, cómo forma parte de lo más selecto de nuestra vida, tanto las duras caídas que nos hicieron dar de bruces contra el suelo, como la lucha por levantarnos cuando ni uno mismo apostaba dos duros esperando el lograrlo. Ganar esa batalla sí que no se olvida, esa no promete nada (no es momento de promesas) pero el botín es para siempre.

        Nota histórica: Un 19 de Mayo de 1643, los tercios españoles fueron derrotados en la batalla de Rocroi a manos francesas. Se trató del primer ejército moderno, tropas de élite del imperio, que durante casi siglo y medio fueron cosideradas invencibles, hasta dicha batalla, lo que supuso el principio del fin de la hegemonía militar española en Europa.

        lunes, 17 de mayo de 2010

        Decisiones

        "Decisiones, cada día, alguien pierde, alguien gana. Decisiones, todo cuesta,..."
        A ritmo de salsa, a modo de historias, Rubén Blades canta sobre las decisiones de "cada día" pero hasta hoy no me he planteado cuánto hay que decidir. Si uno hace un recuento, de las fáciles y las difíciles, se da cuenta que te asaltan a cada momento; el primer pensamiento, una decisión: "¿ me levanto o me quedo un rato más en la cama?"
        Luego, hay decisiones y decisiones. Las hay que se hacen las importantes a todas horas: te acompañan al lavarte la cara por la mañana, desayunan contigo, te distraen en el trabajo, interrumpen las conversaciones con un amigo, hacen que te siente mal la cena y, por supuesto, se meten en la cama contigo y no te dejan dormir...Parece que lo que elijas marcará un antes y un después: "hoy es el primer día de mi nueva vida". Y sin embargo, las decisiones que cuestan, se nos atragantan. Nos da miedo elegir: alargamos las meditaciones, hacemos listas de pros y contras, invocamos un instante de inspiración divina, esperamos a que ocurra un milagro que nos salve de resolver ese conflicto,...y respiramos aliviados cuando hemos tardado tanto que ya, por uno u otro motivo, no hay que decidir.
        También están las cotidianas:las de qué me pongo en la tostada, me llevo la chaqueta o pasaré frío, subo por escalera o espero el ascensor,...las pequeñas decisiones inadvertidas, tan discretas ellas...
        Mis favoritas, sin dudarlo, son las invisibles; las que uno no sabe que las toma hasta que ve las consecuencias, hasta que desde la alegría o la tristeza o desde ese algo importante mira atrás y analiza cómo llegó allí. No te das cuenta de que al elegir entrar en un bar, y no en el que estaba justo al lado, encontraste al tipo de tus sueños; o que al pasar por la izquierda de la mesa en lugar de por la derecha pudieses arruinar un día entero a tantas personas... Es curioso que un instante, algo que ni siquiera pensaste, cambiase de esa manera tu día, tu año, tu vida.... es curioso
        "Decisiones, cada día, alguien pierde, alguien gana. Decisiones, todo cuesta, salgan y hagan sus apuestas..."

        Entre el desastre y la genialidad

        Se nace con arte. Y así nacen los genios con un canal desde los más interno de las emociones pasando por los movimientos hasta el exterior. La capacidad de comunicar sentimientos con su cuerpo, y de su cuerpo a un lienzo, a un piano, a una voz, a una masa, a un baile, a un papel... Son esas personas de vida caótica y desastrosa, pero que tienen un don en el que se mueven mejor que nadie, su medio. Probablemente, Mozart no consiguió ordenar su vida, ni ser consecuente, ni centrarse en pensar qué hacía o qué quería. Pero cuando escribía música, era inigualable. Qué decir de tantos otros genios, ignorantes, incultos, despreciables, arrogantes, egoístas o inmorales... pero genios. Tanto que su vida, marcada por esa cercanía canalizada al interior de lo más emocional de cada uno, estaba más cerca de la demencia que de la cordura.

        A veces, cuando el aire romántico me sopla por un oído, echo de menos vivir una de esas vidas de genio loco que hace arte para sobrevivir, para escapar. Que entre miserias y mala vida, encima de una pista de baile o delante de la materia en blanco, sabe que puede lucir lo mejor de él, que ahí le espera su droga. Y morir casado a la juventud, como todos ellos, de una sobredosis de mi propia medicina, con la piel aún tersa, sin marchitar por el tiempo.

        miércoles, 12 de mayo de 2010

        No es hogar

        "Demasiado bien lo comprendo, y lo mismo tu aversión a la política, tu tristeza por la palabrería y el irresponsable hacer que hacemos de los partidos y de la prensa, tu desesperación por la guerra, por la pasada y por la venidera, por la manera cómo hoy se piensa, se lee, se construye, se hace música, se celebran fiestas, se promueve la cultura. Tienes razón, lobo estepario, mil veces razón, y, sin embargo, has de sucumbir. Para este mundo sencillo de hoy, cómodo y satisfecho con tan poco, eres tú demasiado exigente y hambriento; el mundo te rechaza, tienes para él una dimensión de más. El que hoy quiera vivir y alegrarse de su vida, no ha de ser un hombre como tú ni como yo. El que en lugar de chinchín exija música, en lugar de placer alegría, en lugar de dinero alma, en vez de loca actividad verdadero trabajo, en vez de jugueteo pura pasión, para ése no es hogar este bonito mundo que padecemos…"

        Hermann Hesse
        El lobo estepario


        domingo, 9 de mayo de 2010

        Préstamos

        Cuentan que en los inicios de nuestra historia, alguien en un determinado momento necesitó cierta cantidad de dinero, la pidió a algún vecino y este se la dejó a cambio de unos intereses. Poco a poco, el hecho se fue repitiendo, y la comunidad decidió crear un lugar donde todos pudieran guardar de forma segura su dinero. Además, quien lo necesitara, lo podría pedir en préstamo. Los intereses que pagaran los deudores se repartirían entre todos. Nació la banca.

        Pasaron los años. Y lo que inicialmente pareció buena idea, empezó a deteriorarse. Hubo muchos que dejaron de devolver el dinero que les prestaban, o que no pagaban los intereses previamente estipulados. La comunidad, preocupada, encontró la solución. Nombraría a un conjunto de funcionarios que se encargara, desde las empresas públicas, del correcto funcionamiento del sistema. Pero años más tarde, eran estos empleados quienes robaban el dinero, o quienes firmaban préstamos ventajosos a sus familiares. Nunca había beneficios, al contrario, la comunidad tenía que aportar más dinero de sus impuestos para cubrir gastos.

        Tiempo después, alguien, con buena intención, decidió crear una empresa de banca privada. Rápidamente tuvo gran éxito. Se gestionaba mejor, con buenos trabajadores y más control sobre el fraude y los morosos. No mucho más tarde, la comunidad decidió que la banca creada inicialmente y que ya nadie usaba era innecesaria. Ya no servía. Era un gasto público inútil.

        Hoy los bancos privados son uno de los negocios más importante del mundo con altísimos beneficios que, evidentemente, no son repartidos entre la comunidad. La mala gestión de uno de ellos puede provocar una crisis a nivel mundial porque, a pesar de ser un negocio privado, es un servicio público. En 2007, los bancos que operaban en España lograron unas ganancias de casi 20.000 millones de euros netos. En 2009, año de crisis, han sido 12.700 millones. Lo que se puede ganar prestando el dinero que no es tuyo...

        Fue un error pensar que entre todos podríamos gestionar algo así. No somos lo suficientemente éticos... Mejor dejar la responsabilidad a otros tan éticos como nosotros, pero que, probablemente, llevarán mejor el negocio. A fin de cuentas, ellos buscan enriquecerse...

        viernes, 7 de mayo de 2010

        El orden de las cosas



        jueves, 6 de mayo de 2010

        Todo fluye

        Todo fluye, decía Heráclito. Para quienes contamos con buena memoria, siempre será sorprendente el que nada sea importante. Porque todo lo que en su día lo fue, ya no lo es. Así, ese grave problema que torturaba tu quietud, ese objetivo fundamental en tu vida para ser lo que deseabas, aquello que era imprescindible a tu lado para poder continuar, aquello que eran los pilares de tu día a día, por un motivo u otro, ahora, ahora sólo son nada.

        Un buen día tiras a la basura algo que conseguiste y disfrutaste como un niño. Un buen día, previa acción del láser, te pruebas las gafas que fueron tu luz, tu llave para descubrir el mundo, para ver, y ya no son más que cristales que emborronan y marean, algo que no soportas más allá de dos segundos sobre ti. Ya no sirven.

        Cuando no sean las gafas, serán las inquietudes, las personas, las aficiones, los temores, los gustos, los amores, los lugares, las ideas... De todo, ¿qué perdura... qué queda... qué se mantiene?

        martes, 4 de mayo de 2010

        Láser excimer

        Las disfunciones de la vista son muchas. La realidad se nos escapa. A veces por nuestros defectos físicos en los órganos oculares que portamos, a veces por nuestros propios engaños, a veces por nuestra falta de valentía. Para los primeros podemos optar entre las lentes, las lentillas o, de forma cuasi definitiva, el láser. Éste además te aportará la maravillosa experiencia de enfrentarte a miedos y neblinas, que, con suerte, poco a poco, van desapareciendo.

        Para otras distorsiones de la verdad, existe la opción de remangarnos y lanzarnos al duro trabajo de matar mentiras. Larga matanza, pues no hay neblina más densa que la falsedad levitando en este mundo confuso. Pero el peor golpe para quien decida embarrarse en esta lucha, le llegará de sí mismo, cuando compruebe que su psique es su más inventivo cuentacuentos. Y será duro golpe porque ya no sabrá contra qué luchar. O peor aún, no sabrá si la lucha le hará bien o le hará mal. Dejamos el terreno de lo obvio para adentrarnos en la filosofía de vida de cada cual, en si deseamos vivir en nuestra propia niebla, o preferimos arriesgarnos a la cruda (o bella) realidad.

        Quizá sea una de las primeras decisiones que todos debamos tomar, qué camino. Como abogacía de la verdad, estaría bien recordar las ocasiones en las que nuestra vida se estanca por anclarse en distorsiones de la realidad inventadas por la propia cobardía. Soluciones inmediatas. Infelices mentiras con los años. Quizá el mejor remedio siempre sea buscar dentro de uno mismo y destapar tarros, sin miedo a tirar y sacar a la luz lo que esconde nuestro interior. Aceptar. Pues qué sino eso es lo que nos hace crecer, el conocimiento de uno mismo. Pero en fin, eso, como antes comenté, es decisión de cada cual. Aunque todo parece indicar que únicamente se vive una vez. E igual es un poco triste que esa vez no sea de verdad, sea sólo niebla...

        "El que quiera seriamente disponerse a la búsqueda de la verdad, deberá preparar, en primer lugar, su mente a amarla."
        John Locke