sábado, 20 de marzo de 2010

Primavera

Algunos días uno camina más cansado que de costumbre.
Esos días en los que es eterno seguir esperando en los semáforos,
en los que nos damos cuenta que hay alrededor demasiado ruido,
demasiada gente, demasiado tráfico, demasiado humo...
Días en los que ya nos cansamos de buscar aparcamiento.
En los que necesitamos cortarnos el pelo para librarnos de algo.
Ese día en el que recuerdas que estás solo.
En el que te gustaría no tener hambre para no tener que comer.
Y cuando cae la noche, te pierdes en exceso de chocolate,
o bebes solo, o caminas solo, o sólo piensas sin querer pensar.
Esos días en los que ya empiezas a creer que ha llovido demasiado.
Cuando no recuerdas si el cielo es gris azulado o azul grisáceo.
Esos días en los que te metes en la cama un tanto derrotado,
como más viejo, más dolorido y más aburrido. Pero sin sueño.
E intentas dormir, meciendo los ojos cual bebé inquieto.
Recordando, que como siempre, mañana será otro día.
Y recordando, que quizás, mañana, ya sea primavera.



            De vuelta y vuelta - Jarabe de palo

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